terça-feira, 24 de abril de 2007

La felicidad del cotidiano


La vida es llena de detalles. Creo que muchos ya lo saben muy bien. La cuestión es si esos detalles hacen parte de nuestro cotidiano. Sí, los detalles hacen parte del cotidiano, pero a veces no del NUESTRO cotidiano. Los detalles están siempre allí, a cerca de nostros, pero a vezes tan lejos...


Hoy, a la tarde, yo estaba leyendo un libro acerca de política y me di cuenta que oía sonidos de pájaros. Eran pájaros que en Brasil se llaman "bem-te-ti" (bien te vi, en español) y tienen ese nombre porque su sonido sueña como una frase: "bem-te-vi". Habían dos pájaros (creo que eran dos), un más acerca de mi casa y otro muy lejos, que yo oía su canto como un sonido lejano. Los dos charlaban:

- Bem-te-vi!

y el otro contestaba:

-Bem-te-vi!

Y así seguían con su charla (o repetición...) muy linda, tan linda como los detalles de la vida.


En lo mismo momento, mis vecinos charlalaban muy alto. Yo oía lo que decían (aunque no di atención a su charla). Entonces, pensé:


"Cuantas vezes en nuestra vida, nos quedamos escuchando las charlas ajenas, para saber acerca de la vida de otras personas, que no tienen nada que ver con nuestra vida. Al mismo tiempo, podríamos oír las duces canciones de los pájaros! Cuantas vezes pasamos todo un día sin escuchar un sólo canto de pájaros que, quizás, están arriba de nuestro tejado!"


Hay una canción (en portugués, pero voy a traducirla) que me gusta mucho:

La felicidad que siempre busqué

Siempre estuvo al mi alcance

Simples cosas al mi rededor que yo nunca noté

Corazón estaba lastimado y no me importé


La paz que yo encontré

No vino de hombres ni de sus leyes

Ni de aquel sol de primavera que te calientó

Eran las manos de Dios, pena que no notas

Estaba tan a cerca...


Quizás no estés notando los detalles de la vida, no estés escuchando los cantos de los pájaros, quizás no estés notando las manos de Dios en su cotidiano.

~by Glória

quinta-feira, 19 de abril de 2007

Vejez (poema de Oswald de Andrade)


"El nietito echó los anteojos
en la letrina"




jajaja me encanta ese poemito, es re chistoso :)

segunda-feira, 16 de abril de 2007

Beyond Narnia Trailler

terça-feira, 10 de abril de 2007

Hada Hecha de Azúcar




El hada volaba como hacía todos los días. Pero hoy iba a ser diferente.
Empezó su vuelo por un local distinto. Nunca había estado allá. Era un lugar muy bonito, con árboles grandes y enramadas. Las hojas brillaban con el reflejo del sol. Casi le dejaba sin ver bien… Era difícil mirar lo que había bien a delante, sus ojos estaban lacrimosos y aún así insistía en volar por aquellas regiones.
Por dicha, el sol no estaba muy caliente, y el aire era fresco. Sin embargo, la frescura era tan intensa… Nunca había sentido un viento así.
Todo el lugar le era raro. Era una hada de azúcar, y las hadas de azúcar sólo viven donde hay muchas tulipas (locales más secos y fríos).
Después, al fin, salió de todo aquel bosque. Se quedaba en un lugar abierto. Se sentía libre, jamás tuvo una impresión como aquella. Entonces, miro un gran espejo, aún más fabuloso y fantástico que los espejos que estaba acostumbrada a ver. Ese era mayor, más límpido y transparente.
Se quedó más acerca del lindo espejo. Y aún más. Ahora podría vez su imagen nítida. Sus alas relucientes. Su nariz fino, sus pelos blancos (o color de rosa?), y los ojos. Sí, jamás tenía visto sus ojos a tan corta distancia. Tenían un brillo muy raro, como que tuviese estrellas adentro.
Oh, como estaba encantada! Llegó aún más acerca del espejo, quería ver hasta su alma si pudiese. Ahora más acerca… y un poco más!
Y de repente cayó. El espejo era, en la realidad, un río. El tiempo no fue suficiente ni para la hada ahondar. Ya estaba derretida.
La curiosidad tiene sabor de agua con azúcar. Esto es bueno? No, por supuesto.

by Glória

sábado, 7 de abril de 2007

Las dos Vasijas


Un aguador de la India tenia sólo dos grandes vasijas que colgaba en los extremos de un palo y que llevaba sobre los hombros.

Una tenia varias grietas por las que se escapaba el agua, de modo que al final del camino solo conservaba la mitad, mientras que la otra era perfecta y mantenía intacto su contenido.

Esto sucedía diariamente.

La vasija sin grietas estaba muy orgullosa de sus logros pues se sabia idónea para los fines para los que fue creada.

Pero la pobre vasija agrietada estaba avergonzada de su propia imperfección y de no poder cumplir correctamente su cometido.

Así que al cabo de dos años le dijo al aguador:
"Estoy avergonzada y me quiero disculpar contigo porque debido a mis grietas solo obtienes la mitad del valor que deberías recibir por tu trabajo".

El aguador le contesto: "Cuando regresemos a casa quiero que notes las bellísimas flores que crecen a lo largo del camino".
Así lo hizo la tinaja y, en efecto, vio muchísimas flores hermosas a lo largo de la vereda; pero siguió sintiéndose apenada porque al final solo guardaba dentro de si la mitad del agua del principio.

El aguador le dijo entonces: Te diste cuenta de que las flores solo crecen en tu lado del camino? Quise sacar el lado positivo de tus grietas y sembré semillas de flores.
Todos los días las has regado y durante dos años yo he podido recogerlas. Si no fueras exactamente como eres, con tu capacidad y tus limitaciones, no hubiera sido posible crear esa belleza.

Todos somos vasijas agrietadas por alguna parte, pero Dios siempre tiene la posibilidad de aprovechar las grietas para obtener buenos resultados.